Las catacumbas de Roma |
La importancia de las catacumbas es doble, por un lado ofrecen interés desde el punto de vista histórico y documental, y por otro lado, desde un punto de vista artístico.
Las catacumbas permiten estudiar y comprender el desarrollo del culto de las primeras comunidades cristianas; a la vez que permiten conocer el arte cristiano primitivo a través de las pinturas que se encuentran en las catacumbas, generalmente al fresco y de gran simplicidad.
Las Catacumbas de Roma ocupan una zona de varios kilómetros, y fueron lugar de sepultura de los cristianos entre el siglo I y el siglo IV. Su mayor característica es la sucesión laberíntica de galerías abiertas a distintos niveles, a veces con tres o cinco pisos superpuestos.
Las catacumbas más majestuosas son:
- Las de San Calixto (fueron el cementerio oficial de los papas desde San Calixto hasta fines del siglo III)
- Las de San Sebastián (con pinturas que representan animales de significado simbólico)
- Las de Santa Domitila (las más extensas de Roma)
La altura de las galerías que las forman son variables y su anchura media es de unos 90 cm. Tienen unos espacios cuadrados denominados cubículos, en los cuales se encontraba la sepultura de algún mártir destacado y solían estar decorados con pinturas.
Las catacumbas de Roma |
Luego de las invasiones de los godos y de los lombardos, las reliquias de los santos fueron llevadas a Iglesias y fue entonces que las catacumbas cayeron en el olvido. Los lugares de enterramiento pasaron a las proximidades de las iglesias y las catacumbas pasaron a ser lugares de devoción y peregrinaje.
En Roma, la construcción de catacumbas se vio favorecida por la peculiar composición del suelo, a la vez resistente y fácil de perforar.
Fuentes:
http://lugaressorprendentes.blospot.com
Imagen 1: poreuropa.com
Imagen 2: blogviajesyturismo.com