La Capilla Sixtina, auténtico templo de la pintura, fue encargada por el papa Sixto IV (de ahí su nombre) a Giovanni di Dolci en 1473. Ubicada en el sector derecho de la Basílica de San Pedro, fue restaurada entre los años 1980 y 1994, con la ayuda económica de Japón.
Capilla Sixtina |
Conocida y famosa por ser la sala donde se celebra el cónclave y otras ceremonias oficiales y también por las pinturas al fresco realizadas por Miguel Angel (la bóveda y la pared del fondo). La misma cierra sus puertas cuando se produce un cónclave que se convoca tras la muerte de un pontífice para la elección de un nuevo papa.
Capilla Sixtina |
La bóveda de la Capilla Sixtina la encargó el papa Julio II a Miguel Ángel, en la cual trabajó este pintor (que fue también arquitecto, poeta y escultor). Esta bóveda es una de las síntesis más logradas de la concepciones artísticas del Alto Renacimiento: el cuerpo humano es presentado en un perfecto acuerdo de ciencia y belleza.
Capilla Sixtina |
La gran superficie del muro está ocupada por el tema del Juicio Final. Cuerpos agitados, agrupados y en torbellino, parecen flotar en masas que se hacen más densas en la parte superior. Los ángeles ayudan a los elegidos a ascender hacia el cielo y los demonios precipitan a los condenados hacia las regiones infernales.
Capilla Sixtina |
En las paredes laterales de la Capilla Sixtina, están representadas las historias de la Biblia, en una el Antiguo Testamento y en la otra el nuevo testamento.